Sentido de Vida e Identidad

"Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí" –
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillasnto de amor
Dr. Juan Bosco Ruíz Padilla
SNTSA 37
5 diciembre 2024

Esta frase, tan sencilla como profunda, nos invita a reflexionar sobre el rumbo que tomamos en nuestra vida, y en especial, sobre el sentido que encontramos en nuestras acciones. Para nosotros, los trabajadores de la salud, quienes enfrentamos jornadas agotadoras, decisiones complejas y la vulnerabilidad humana en su máxima expresión, encontrar un sentido de vida no es un lujo, sino una necesidad.
Nuestro día a día en hospitales, clínicas y centros de salud, no es fácil. Más allá de las técnicas, los protocolos y la precisión científica, está la constante confrontación con el sufrimiento y, en ocasiones, la muerte. Ante este panorama, el sentido de vida actúa como una brújula, una guía interna que nos permite transformar las dificultades en aprendizajes, los desafíos en oportunidades, y el cansancio en la satisfacción de haber hecho lo correcto.
El sentido de vida, como lo describió Viktor Frankl, no se trata de evitar el dolor, sino de encontrar un propósito que trascienda las circunstancias. Para quienes dedicamos nuestra vida a cuidar la de otros, este propósito puede nacer del servicio, del compromiso con aliviar el dolor o de la conexión genuina con nuestros pacientes. Cada sonrisa recuperada, cada historia de resiliencia y cada pequeño gesto de gratitud son recordatorios de que, aunque el camino sea arduo, tiene un destino valioso.
Sin embargo, no podemos ignorar la carga emocional y el agotamiento que nos afectan. Las tragedias acumuladas pueden hacer que ese sentido de vida se opaque, que el rumbo se pierda y que cualquier camino parezca aceptable, pero vacío. Aquí es donde la reflexión se vuelve crucial: ¿por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué impacto queremos dejar en nuestro trabajo y en las vidas que tocamos?
Construir y renovar el sentido de vida requiere detenernos, mirar hacia adentro y preguntarnos por nuestros propios valores, sueños y metas. No es un proceso fácil, pero es profundamente humano. Hablar con colegas, buscar apoyo emocional y darnos espacio para el autocuidado son acciones que no solo
fortalecen nuestro bienestar personal, sino también profesional. Porque como trabajadores de la salud, cuando encontramos significado en nuestra labor, incluso en los momentos más oscuros, podemos iluminar el camino de otros.
En un mundo donde la velocidad y la productividad parecen dominarlo todo, recordar la importancia del sentido de vida es un acto de resistencia. Es la forma en que, como equipo, no solo cuidamos, sino que también nos cuidamos mutuamente. Porque al final del día, el sentido no está en los grandes logros, sino en las pequeñas huellas que dejamos en las vidas de quienes tocamos.
Entonces, si alguna vez sentimos que el rumbo se pierde, recordemos las palabras del Gato de Cheshire: «Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí». Pero nosotros sabemos a dónde queremos ir. Y ese camino, aunque desafiante, siempre será el correcto si lo recorremos con propósito.
Dr. Juan Bosco Ruiz Padilla
Escuela del Éxito, SNTSA 37
Diciembre 2024